Superando el pasado Parte 2 - AVANZAR SIN MIRAR ATRAS

¡Avanzar sin mirar atrás! ¡El gran desafío luego de perdonar! Te recomiendo que antes de continuar leas Superando el pasado Parte 1 - PERDONAR

La ilustración es sencilla. Nadie puede manejar un automóvil mirando hacia atrás, es imposible. Ninguno de nosotros podrá continuar su vida en dirección a las cosas que fueron.
Uno de los versículos de la Biblia mas conocidos y utilizados para hablar del avance en la vida cristiana es Filipenses 3:13 (NTV) "No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro sólo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante" Este pasaje, suele ser mal interpretado. El escritor no hace referencia a olvidar el pasado y continuar avanzando en la vida en relación a las cosas malas que le sucedieron. Ejemplo, "Ayer me lastimaron, me desilusioné pero una cosa hago, olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante. Continuo mi vida" El sentido que Pablo le da al texto es el de olvidar las cosas buenas del pasado. No quedar atado a ellas y avanzar. Un hijo de Dios no puede vivir de victorias pasadas. Insisto, el texto se refiere a avanzar y no estancarse en los logros del pasado. Algunos me dirán, "Pero también podríamos utilizar el texto para hablar de superar el pasado doloroso y seguir adelante" Los entiendo porque interpreté erróneamente este pasaje por mucho tiempo. Pero no podemos decir lo que la Biblia no dice y en este pasaje, el desafío es olvidar los logros del pasado y no el dolor. Exactamente la misma idea está reflejada en Isaías 43:18 (NVI) "Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado" 

Entonces, ¿Que hay con avanzar sin mirar atrás? Al escribir me siento tentado a echar mano de algún libro de los "Neo pastores" o "predicadores motivacionales", rescatar tres o cuatro puntos y todos felices y contentos. Sería un error. Les comparto a continuación, dos principios que nos ayudarán a avanzar sin mirar atrás.

Dios no se detiene. Ezequiel vio la Gloria de Dios. En el capitulo 1 de su libro, dos veces destaca lo siguiente: "Cuando avanzaban no se volvían, sino que cada uno caminaba de frente" (9, 12) y concluye diciendo en el versículo 28 "Tal era el aspecto de la gloria del Señor" La naturaleza de Dios es esencialmente de avance. ¿En donde podemos comprobar esto? Desde Génesis hasta Apocalipsis. Nuestro Señor no se deprimió porque Adán y Eva pecaron, proveyó un Salvador (Genesis 3:15) Nunca veremos a Jesús llorando porque nació en un pesebre. Si nosotros atravesáramos esa circunstancia, lloraríamos toda la vida las heridas de una niñez sufrida.

La naturaleza del Reino de Dios es de avance. Acá esta el meollo del asunto. Nuestro problema es que no vivimos conforme al Reino para el cual fuimos creados. La Biblia dice en Mateo 13:24 (NVI) "El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo" La semilla, la Palabra de Dios, es buena. El problema es que la tierra, nuestro corazón, a veces no esta preparado o esta indispuesto a recibirla (Leer mateo 13:1-24) En el reino animal, nunca veremos a un mono deprimido porque se perdió en la selva. En el reino vegetal, la lechuga no le hace un piquete a Dios cuando pasan seis meses y la lluvia no aparece. Pero ahí estamos los hijos de Dios, deprimidos porque nos sentimos perdidos, reclamándole a Dios cuando no recibimos lo que deseamos. Si nuestro corazón es tierno a la Palabra de Dios, produciremos fruto. Si producimos fruto, ¡avanzaremos siempre!. Que el Señor quiebre nuestro corazón de piedra para ser dóciles a Su Palabra. En mis cortos años de ministerio he hablado con muchas personas. Encontré un patrón común a todas ellas. Los que logran superar el pasado y avanzar, son aquellas personas dóciles a la Palabra de Dios. La oyen, la aman, la creen con todo su corazón y la hacen. ¡No somos monos ni lechugas! Cuando entendamos la naturaleza del Reino de Dios y su avance continuo, el pasado será solo eso, pasado. No se pierdan la tercera parte de esta serie: "Superando el pasado Parte 3: SER PRACTICO"

Como siempre les digo, léanlo como un granito de arena. Un aporte más.

¡Los quiero mucho! ¡Dios los bendiga!

Ema Díaz 


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